Ingredientes para 2
1 docena de sardinas
1 zanahoria
1 cebolla
10 granos de pimienta
2 hojas de laurel
3 dientes de ajo
1 vaso de aceite de oliva
½ vaso de vinagre
1 ramita de tomillo
Harina (para enharinar las
sardinas)
Preparación
Limpiamos las sardinas de todas
las escamas y tripas (podemos dejar la cabeza pero yo prefiero quitarla pues a
Lou no le gusta que los pescados la miren) salpimentamos las sardinas, las
pasamos por harina y las freímos en el aceite de oliva, dejándolas poco hechas para
que estén más jugosas y reservamos. Troceamos la cebolla en aros y la zanahoria
en rodajas y las añadimos al aceite de freír las sardinas con un poquito de
sal, las dejamos un par de minutos y cuando el aceite este caliente añadimos el
vinagre, los granos de pimienta, los ajos el laurel y la ramita de tomillo,
dejamos que cueza un par de minutos y disponemos las sardina sobre las
verduras, tapamos la sartén y apagamos el fuego. Una vez estén las sardinas frías
las dejamos reposar en la nevera hasta la hora de servir.
Nota
Esta receta aguanta bien en la
nevera 4 o 5 días, si las queréis consumir el mismo día podéis reducir la
cantidad de aceite y junto con el vinagre añadir algo de agua.
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